martes, 12 de abril de 2011

Reflexión de un Anciano.

Esta semana voy a dedicar mi entrada semanal a las personas de laTercera Edad. Navegando por Internet he encontrado una reflexión sobre un anciano que vive en una residencia y que se encuentra solo.

He echo un viaje por la vida de 102 años. Vivo en una residencia sin familia. Otros ancianos como yo, son mi familia pero entre nosotros apenas tenemos fuerza. Hoy se que el cobijo del alma es el calor humano pero para la sociedad no somos importantes. Mis amigos se van, desaparecen, de un día para otro; se van con la soledad del abandono como la almohada. Mi refugio en las hojas de unos árboles, de un jardín en primavera, me pregunto ¿Nadie se acuerda de mi?.
Los niños ríen, juegan, al otro lado de la verja y jóvenes como yo, que un día caminaban con otras personas ajenas a esta parte de la vida de la cual, solo les separan los años y la insolidaridad. Es la verja del abandono, de la ausencia. Ancianos cabizbajos que pasean una y otra vez conservando siempre los mismo pasos y en ellos dejando un reguero de alambres por todo lo perdido y por todo lo añorado, por la mano a la que quieren agarrarse y no se les da.
Al otro lado de la verja esta la vida, en esta parte solo queda lo que la sociedad no quiere ver. A ese lado esta Pedro, Rosa, Josefa, Laura, Maria en este lado estoy yo ¿Me das tu mano? ¿ Me ayudas a salir de la SOLEDAD?

Lo peor que nos puede suceder al ser humano es morir lejos de nuestro hogar, de nuestros seres queridos por ello debemos ayudar a estas personas que necesitan el cariño y el apoyo de los demas porque ellos tambien forman parte de esta sociedad.  
Espero que os haya parecido interesante y que os haya echo pensar sobre la soledad de este colectivo. 

Saludos. :)

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